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RETIRO IGNACIANO PARA JÓVENES, DADO POR LA OBRA DE JESÚS EN MURCIA

En pleno mes de julio, con los termómetros disparados en Murcia, un grupo de jóvenes solicita a la Obra de Jesús poder vivir una experiencia de Ejercicios Espirituales durante un fin de semana.

En un tiempo limitado, varios miembros se movilizan para dar respuesta a esta petición a través de un retiro ignaciano: unos días de oración para detenerse y poner la vida en la perspectiva del Señor. En la Obra de Jesús solemos llamarlo “un Alto en el camino”. Como lugar del retiro, la parroquia de Santo Tomás de Aquino, en la zona de Los Rectores de Murcia, nos abre sus puertas gracias a la disponibilidad de su párroco, D. Cristóbal Sevilla. Allí pudimos hacer uso de distintas salas, un oratorio, la propia iglesia parroquial y hasta una cocina.

Cartel del Retiro Ignaciano para Jóvenes

Desde el viernes 18 al domingo 20 de julio, siete jóvenes se reúnen cada día. José María M., con la colaboración de Encarni C. y Jorge R., de la Obra de Jesús, organiza una serie de charlas y momentos de oración. Desde el primer tema, “Elegidos para la eternidad”, inspirado en el Principio y Fundamento de los Ejercicios de San Ignacio, hasta temas como la Pasión y la Victoria final, se recorren diferentes etapas de inmersión en la vida interior. Con los medios ignacianos —poner los sentidos y la imaginación, preámbulos, puntos para la meditación y contemplación— se tiene un cuidado especial en reflexionar y aplicar los contenidos a la propia vida.



Durante la tarde del sábado, los jóvenes también tuvieron la oportunidad de participar en la celebración del sacramento de la reconciliación, para lo cual contamos con la presencia de dos sacerdotes diocesanos: D. Javier Conesa y D. Blas D. López. Además, hubo un momento especial de adoración al Señor, con el Santísimo expuesto.

D. Blas y D. Javier Conesa vinieron para el momento de la confesión y nos acompañaron durante la Adoración

Fue un tiempo para detenerse, para ofrecer a los jóvenes una experiencia interior de encuentro con Cristo. También hubo espacio para la convivencia, principalmente en los momentos compartidos durante las comidas y, muy especialmente, al final del retiro, ya que se procuró mantener un clima de silencio a lo largo de los tres días, facilitando así el crecimiento en la práctica de la oración y de la vida interior.

Celebración eucarística del sábado por la tarde
En definitiva, toda una experiencia de encuentro que los jóvenes vivieron con agradecimiento hacia la Obra de Jesús por la oportunidad recibida. 

Jóvenes participantes del retiro al finalizar, con la parroquia de fondo

Así lo expresaron posteriormente en las redes sociales, como una forma de compartir con otros esta vivencia que en la Obra de Jesús solemos ofrecer: la de un Alto en el camino, a través de un retiro desde la espiritualidad ignaciana.