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CRÓNICAS DE LA MISIÓN DE LA OBRA DE JESÚS EN PARAGUAY. PARTE I

El 15 de agosto de 2025 quedó marcado como una fecha inolvidable para la Obra de Jesús. Ese día se puso en marcha la primera misión transoceánica: un viaje cargado de ilusión, fe y esperanza que llevó a Manolín Palazón y José María Madrona hasta Paraguay. Allí comenzaba una misión apostólica con un objetivo claro: abrir nuevos caminos y sembrar las semillas de la Obra más allá de España, con la mirada puesta en el reconocimiento pontificio.

Impaciente espera. La hora de salida del avión que nos llevará a Asunción capital de Paraguay.  El vuelo es a las 23:35 y la llegada 6:15 hora paraguaya



Con nuestro amigo Rafa Gámez, en Ciudad del Este

A continuación, se presenta un resumen de los eventos y actividades, organizado por días:

Sábado 16 de agosto

Llegada a Paraguay, desayuno e ida al hotel.



Domingo 17 de agosto

Nuestros misioneros participaron en  el Congreso Nacional de Guías de Cursillos Prematrimoniales.




                Mañana intensa en lo que a misión apostólica se refiere y, como dice el Señor, todo trabajador tiene derecho a su salario

                Parroquia de los Jesuitas, a la que asistieron a misa. Al final de la celebración se presentaron al padre, que los saludó con efusividad y les deseó todo lo mejor para Gloria de Dios. 


Lunes 18 de agosto


Este día fue intenso desde el principio. Por la mañana, unas veinte alumnas de segundo curso de Bioquímica de la Universidad Católica escucharon con atención a José María, que compartió poemas sobre la llamada del Señor y ese impulso tan humano de rehuirla. Su intención era clara: despertar conciencias.



Después tomó la palabra Manolín, que habló de los sacramentos, sobre todo del bautismo y la confirmación. Explicó que la confirmación no es solo un rito, sino un compromiso de servicio. También recordó la importancia de la Eucaristía, con su llamada a participar en la misa en estado de gracia.




Antes de despedirse, anunciaron unas jornadas de pastoral universitaria para el domingo 24, combinando misas, deporte y actividades lúdicas. Incluso mostraron un código QR en pantalla que los alumnos pudieron guardar en sus móviles para tener a mano la información de contacto de la Obra.


Por la tarde, el turno fue para los estudiantes de Ingeniería. Esta vez eran unos cuarenta, en su mayoría hombres. José María habló sobre mantener el alma “dispuesta”, inspirándose en autores como Martín Descalzo y Bernanos, y lo conectó con la parábola de los talentos. Manolín reforzó la idea insistiendo en los sacramentos y en la preparación para las jornadas del día 24.






Martes 19 de agosto

El día empezó con un merecido descanso. No hubo sesiones en la universidad, pero aprovecharon para hacer una excursión a unas cataratas y, al mismo tiempo, preparar material para presentar al obispo: estatutos, decretos de aprobación y cartas de apoyo de cardenales.




Por la tarde conocieron al Padre Ecar, párroco del Espíritu Santo. Fue un encuentro cercano y sincero. El sacerdote, que había vivido una juventud marcada por la drogadicción antes de ordenarse y hoy era capellán de una cárcel, escuchó con interés la propuesta de la Obra. No solo se mostró abierto, sino que incluso ofreció el micrófono de su parroquia para presentarse en la misa del domingo 24. Además, propuso organizar un encuentro con los movimientos de su parroquia para difundir el mensaje ignaciano. En palabras de uno de los obreros: antes de la misa estuvimos reunidos primero en el despacho durante media hora en el que nos dimos a conocer y nos invitó Don Ecar a que fuéramos protagonistas en reuniones que él mismo convocaría, primero con los distintos movimientos que actúan en la feligresía de su parroquia, que son 12 en total. Y, posteriormente, convocaría a la feligresía para que tuviéramos otra reunión que tiene que servir para mostrar nuestras intenciones y que se sientan entusiasmado con nuestra espiritualidad.

La jornada terminó participando en la misa parroquial, con el corazón lleno de gratitud.




Miércoles 20 de agosto

El miércoles comenzó con una sesión para alumnos de primer curso de Medicina, entre ellos Eli, la sobrina de Rafa. José María proyectó un vídeo sobre la vida de San Ignacio, subrayando cómo Dios puede tocar el alma en los momentos más inesperados.

Manolín, por su parte, habló sobre la vocación sanitaria. Compartió experiencias vividas en hospitales, como la casa de acogida en Sevilla para familiares de pacientes de la unidad de quemados, y remarcó la importancia de ser cristiano en la práctica de la medicina.

Tras la charla, conversaron con tres alumnas interesadas en los Ejercicios de San Ignacio y acordaron verse de nuevo el martes 26.

A media mañana llegó el momento clave: la audiencia con el obispo, acompañado por el Padre Walter, director de la universidad. Presentaron los estatutos y el libro de Pura, y recibieron una cálida bienvenida. El obispo les mostró su apoyo, y el Padre Walter incluso les ofreció un espacio en la Expo Vocacional del año siguiente, todo un gesto de confianza.


La tarde la dedicaron a los estudiantes de Odontología. El vídeo de San Ignacio volvió a ser el punto de partida, esta vez con más calma, permitiendo preguntas y reflexiones. Rafa puso el acento en la vocación sanitaria, animando a los alumnos a vivir su fe en su profesión.







Más tarde tenían prevista una cita con la decana de la universidad, pero no se presentó. Aun así, aprovecharon el tiempo con otro grupo de alumnos para insistir en el valor de escuchar la voz interior y descubrir la propia vocación.


  A la salida de la audiencia con el obispo y a petición de los allí presentes, José María y Rafa se marcaron unas "sevillanas" que yo tuve que cantar. Que todo sea para mayor gloria de Dios

Viernes 22 de agosto

Gracias a la perseverancia de Rafa, lograron concretar una cita con el Provincial de los jesuitas, prevista para el sábado. Todo estaba listo para un encuentro decisivo.



Sábado 23 de agosto

La entrevista con el Padre Ireneo, Provincial de los jesuitas, duró hora y media y fue un diálogo lleno de cercanía. Descubrieron recuerdos comunes en Granada y Roma, profesores compartidos y nombres conocidos que sirvieron de puente.



Hablando de Paraguay, el Provincial les explicó con realismo que la gente allí es apasionada, se entusiasma rápido, pero también se desanima con facilidad. Les contó cómo organiza los Ejercicios en distintos niveles: desde los más breves hasta los largos, adaptados a quienes demuestran más perseverancia.

Los misioneros presentaron la historia de la Obra y de Pura, destacando la fuerza de la espiritualidad ignaciana que la había marcado desde sus orígenes. Propusieron colaborar tanto durante su estancia en Paraguay como más adelante, a distancia.

El Provincial, muy ocupado, no pudo comprometerse a reuniones virtuales, pero dejó la puerta abierta a que otros jesuitas lo hicieran. Y aunque dejaron claro que no buscaban instalarse de inmediato en Paraguay, sí reconocieron la importancia de este primer paso: explorar el terreno y abrir camino hacia la ansiada aprobación pontificia.

(Continuará)