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CONVIVENCIA DE LA OBRA DE JESÚS PARA GANAR EL JUBILIO EN CARAVACA DE LA CRUZ

 Desde el viernes 6 al domingo 8 de septiembre, la Obra de Jesús celebró una convivencia en la ciudad murciana de Caravaca dela Cruz, con motivo de su año Jubilar. No solo asistieron obreros, sino simpatizantes, algunos ya veteranos en este tipo de actividades.

Los que vivían más alejados (provincias de Cádiz, Sevilla, Málaga...) empezaron a llegar la tarde el viernes. Al atardecer, dieron un paseo por la ciudad, a modo de avanzadilla de todo el grupo.

Los que viven en la Región de Murcia se incorporaron el sábado por la mañana. Lo primero que hicimos fue dirigirnos a la Iglesia del Salvador. Allí tuvo lugar la recepción de los peregrinos con una oración dirigida por el párroco.


A continuación, se inició una procesión presidida por una cruz de Caravaca. Con canto llevados por miembros de la Obra, alcanzamos la basílica de la Vera Cruz, donde se venera una astilla como perteneciente a la Cruz de Nuestro Señor.

A las 12 del mediodía comenzó la santa misa, presidida por el rector de la basílica. Como parte final de la misma, el Rector de la Basílica nos dio la bendición con la reliquia y, finalmente, pasamos en fila todos los asistentes para su veneración.





Posteriormente bajamos y comimos en la Hospedería en la que nos alojábamos, Nuestra Señora del Carmen, regentada por los PP. Carmelitas. 

Por la tarde, el P. Juan de la Hospedería, nos habló sobre la historia de la Orden carmelitana y del convento de Caravaca -fundado por el propio san Juan de la Cruz- y nos enseñó buena parte de la casa.













Tras su muy interesante charla, nos dirigimos hacia las Fuentes del Márquez, zona de recreo y expansión que se encuentra en las afueras de la ciudad. La zona es de gran belleza. Allí nos quiso regalar el Señor con una refrescante lluvia.


Por la noche, cena fraterna.

El domingo, tras el desayuno en la hospedería, asistimos a la santa misa en la parroquia de los carmelitas, aledaña a la hospedería. Al terminar esta, dimos por concluida la convivencia, ya que algunos asistentes aún les aguardaba un largo viaje.

Damos gracias al Señor por estos días llenos de Su gracia y le pedimos que lo vivido dé frutos abundantes en la existencia de todos los asistentes.

Reliquia con la sangre de san Juan Pablo II. Iglesia del Salvador.