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PRESENCIA DE LA OBRA DE JESÚS EN EL ENCUENTRO DE LAICOS DE LA DIÓCESIS DE CARTAGENA


En la mañana del sábado 19 de octubre tuvo lugar un Encuentro de Laicos en el Colegio Maristas La Merced-Fuensanta de Murcia. 
 


Tenía la impresión de que no íbamos a asistir una gran masa de gente, ya que al evento no se le dio difusión de manera claramente pública. Aun así, hemos contado con la presencia de unas 500 personas, que compartían dos rasgos en común: alegría e ilusión. 



Con el bautismo somos incorporados en una nueva familia, la de los hijos de Dios, donde todos somos hermanos en Cristo. Pues bien, me atrevo a decir que todas las personas que han asistido al encuentro de laicos estaban bautizadas y se notaba, porque realmente había un clima muy familiar. Uno podía mirar a cualquier persona que tuviese alrededor y, aunque no la conociera, podía sonreírle sin ningún tipo de prejuicio, porque todos compartíamos, como dice San Pablo: “Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos”.

Es decir, que aunque uno personalmente no conociera a la gran mayoría de los asistentes, interiormente podía sentirse tremendamente cómodo, como si estuviera rodeado de miembros de su propia familia. Porque realmente lo estaba.

Este evento ha supuesto mucho trabajo, esfuerzos y horas extra durante la noche, pero todo ha merecido la pena simplemente por haber podido compartir un rato unidos como familia, como Iglesia, como Pueblo de Dios.

A pesar de tanto trabajo, a la hora de la recogida tras el evento también se ha notado la gran unidad entre los asistentes (insisto, muchos de ellos desconocidos entre sí), ya que en poco tiempo se han retirado todas las sillas, se ha quitado el decorado y se han guardado los equipos de comunicación. Y, es que, en este como en otros muchísimos detalles del encuentro se ha notado la presencia de Dios.

A la salida ardía mi corazón como a los discípulos de Emaús cuando Cristo les explicaba las Escrituras y tengo la seguridad de que a los demás participantes les ha pasado lo mismo.
Después de contar todas estas vivencias ocurridas en unas pocas horas de un sábado de octubre, no puedo hacer otra cosa que no sea dar gracias a Dios y a su Iglesia, incluyendo toda la jerarquía, por tanto como hemos recibido, y pedirle que nos ayude a contagiar a los demás, cristianos y no cristianos, esta alegría, caridad y vitalidad que nos ha regalado Dios.


Originalmente me convocaron como uno de los tres representantes del arciprestazgo 15 (Este) de la Vicaría de Cartagena. Actualmente soy el coordinador de la Comisión de Medios del Equipo de laicos de la Diócesis de Cartagena.
Máximo Madrona (miembro de la Obra de Jesús y resposable de medios de comunicación en este encuentro diocesano, sentado en el extremo derecha).