Ir al contenido principal

TESTIMONIO DE DOS MIEMBROS DE LA OBRA DE JESÚS SOBRE LA PEREGRINACIÓN A LOURDES

Testimonio de Inmaculada:

Es la segunda vez que piso esta bendita tierra de Francia donde la Virgen quiso anunciar su Inmaculada Concepción, Lourdes. Venía con mucha ilusión, además de porque me encanta Lourdes, también porque me acompañaban amigos que les hacía mucha ilusión esta peregrinación.
 
Lourdes nunca defrauda. la Virgen se nos manifiesta a cada uno de los que vamos a verla de forma diferente, pero nadie vuelve indiferente de Lourdes. Así lo hemos podido comprobar y leer en los diferentes testimonios de las personas que nos han acompañado.
 
Doy gracias a Dios y a la Virgen de Lourdes por permitirme haber disfrutado de esta peregrinación y haber podido exprimentar una vez mas el estar en esa tierra que huele a María, con unas personas tan encantadoras como las que nos han acompañado. 
 
" No habéis sido vosotros quienes me habéis elegido, he sido yo quien os elegido" (Jn 15, 9-17)
 


Testimonio de Máximo:

Lo que más me ha impresionado de esta peregrinación a Lourdes ha sido la búsqueda de la glorificación de Dios por medio de la Virgen María de tantísimas personas tan distintas en su raza, cultura y lenguaje, pero tan similares y tan unidos unos a otros en un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, compartiendo un mismo espíritu.

Cuando he compartido algo con otra persona que no conocía, al poco tiempo he recibido algo (si no lo mismo) de otra persona que no conocía ni me conocía. Por ejemplo: una chica que no tenía vela durante la procesión de antorchas y le regalé mi vela (a pesar de no entendemos el uno al otro), poco después llegó Lucía y me regaló su vela.

También me ha gustado centrar la atención en algo a lo que no se le suele echar mucha cuenta en este tipo de lugares y actividades: los niños, que tienen una manera muy sencilla y muy agradable a Dios de hacer las cosas. Por ejemplo, durante la procesión de antorchas, una niña pequeña jugaba y admiraba el fuego de su vela. Otros niños hablaban y se reían con un tono elevado en momentos en los que todos los demás estaban en completo silencio. O una madre con cuatro o cinco hijos y todos ellos tan respetuosos y con tanto fervor hacia las cosas de Dios como su madre...

Por último, un gran peso de este viaje también lo ha tenido la gente que nos ha acompañado de Sevilla, Las Cabezas de San Juan, Antequera, Murcia y Cartagena. Ha sido una maravilla conocer y compartir estos días con personas tan excelentes y tan cercanas a Dios. Gracias por todo.